
Valgan estas líneas como homenaje a todos los voluntarios que acuden a Galicia con lo puesto y que no esperan sentados a ver qué pasa o a que los políticos bajen en persona a retirar con sus propias manos esta gran cagada. Estos son los momentos en los que uno se siente orgulloso de ser "ser humano" valga la redundancia lo cual está bastante por encima de nacionalismos, de partidos políticos, de intereses comerciales y de otras condiciones del propio ser humano bastante aborrecibles. La solidaridad es el faro que guía a estos héroes anónimos y que ha guiado a otros que en su día demostraron calidad y calidez humana (baste el ejemplo de aquellas personas cuya "calidad de yanquis" no les impidió echarse a las calles y hacer colas de miles de personas, con su grupo sanguíneo en las manos en el 11-S; o los ertantxas que tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco se quitaron los cascos en la calle pasando del anonimato obligado a la más valiente de las glorias, con dos cojones. Aplausos para estos y para todos los voluntarios del mundo desde los que no somos tan valientes pero reconocemos su valor y nos enorgullecemos de tener amigos como "Don" Jaime Berzosa.