Para almas sensibles: Estos artículos están basados en historias reales. Ello no impide que parte de su contenido se encuentre distorsionado por los efectos que el alcohol ha causado en nuestros redactores a lo largo de años de ingesta de segoviano y de otros placeres. No pretenden herir la sensibilidad de ningún aludido y no incluyen I.V.A.. La Ley obliga a tomárselos con buen humor, cachondeo y un pelotazo whisky.

sábado, 8 de septiembre de 2001

Qué poderes tiene la Cerveza


Una de las mejores cosas que se han tenido en esta peña en los últimos años ha sido el grifo de cerveza. Qué idea más güena. Todo son ventajas: resta la ingesta de cubatas por parte de los miembros de la peña y, sobretodo, de los ajenos a la misma. Siempre está fresca, dispuesta para ser degustada , para que esas burbujitas que a veces te rascan la nariz te refresquen todo el cuerpo, te revitalicen cuerpo y mente no como la mierda esa de Red Bull. La cerveza sí que te da alas. Una cerveza para desayunar, para almorzar, para picar, para comer, para la hora de los toros, para refrescar el calor de la parrilla, para la cena y, como no, para después de cenar; cerveza, mucha cerveza, ¡Viva la cerveza¡. Además te mantiene los esfínteres en alerta roja para que no se oxiden con esa aberración de bebida llamada coca-cola (con la cual mi hermano quitaba el óxido de armas de la segunda guerra mundial). Un trago largo de cerveza por la mañana te despierta , te abre los ojos, te entona el cuerpo del día anterior, te hace bailar las hormonas, te sube la adrenalina, la bilirrubina, la insulina, la camomila y hasta la pilila porque también es afrodisíaca, actuando sobre las feromonas que muchas veces segregamos cuando nos ponemos babosillos. Rubia, negra, tostada...qué más da, no somos racistas, claro que a todo el mundo le gusta ser fiel a una pero tontear con las demás. Incluso se la atribuyen milagros comprobados y confirmados, pues todo el mundo ha podido ver al Guri hincharse, hincharse y volverse a hinchar cual globo aerostático y no reventar nunca. Y como con el buen amigo, con la cerveza te ríes , y de la cerveza te ríes porque recomiendo a todo el mundo que abra un botellín de cerveza congelada, veréis qué risa (que no duele, que yo lo he probado). En fin, viva la cerveza y que no nos falte nunca... la sed para beberla. 

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