Ya terminó la despedida de soltero del año que en este caso, era por partida doble. El pasado sábado 28 de julio Pepe y Vargas pasaron la prueba de fuego. Mucho se había hablado y rumoreado, que si era en Salamanca o Asturias, que si el autobús y la ruta Airbag, que si el dueto iría de Blues Brothers. Los días anteriores aparecieron carteles por Boecillo que advertían de lo que se les venía encima (Podeis verlos en la sección de carteles). Pepe todavía anda quitando los últimos que quedan por el pueblo.
Y llegó el gran día… A eso de las siete de la tarde comenzaron a despejarse las dudas. El punto de partida, la Taberna de Fifi. Allí quedamos los Magreos, y sin más demora comenzó el espectáculo. Ante la sorpresa del dúo del año, se les obligo a entrar a los baños del establecimiento, de los que ya salieron como los “Flamenco Dancers”. Eran Joaquín (Vargas) y Lola (Pepa).
Allí mismo se les maquilló como se pudo y se les empezó a dar alpiste para que no tuvieran queja. La clientela presente en el Fifi’s saludó a la pareja con sonrisa burlesca y torera. Muy especial fue el “Toma por mirón” que dedicó Vargas padre a su chico cuando le vio de esa guisa.
De ahí a la puerta del Ayuntamiento, donde les esperaba la celebración de su propia boda. ¿No queriais casaros?. Apuntar aquí, que ante la imposibilidad de encontrar un concejal que se prestara a celebrar este casorio, tuvo que hacer de oficiante Roberto “Popeye” convirtiéndose así en la primera boda gay “no oficial” de nuestro pueblo. Se les tiró arroz, como era de ley.
Posteriormente a la ceremonia, se procesionó y exhibió a los recién casados por las calles y los bares de la villa, donde sonaban canciones como “Life is life”, “Brutus”, “Libertad para ti”, “Soy gitano” entre otras.
Desde el primer momento Vargas aceptó muy bien su rol, se le veía muy metido en su papel, incluso pidiendo guerra a su nueva esposa. Sin embargo, y como curiosidad, Pepe, en el momento en que se vistió de tía, tuvo un brusco cambió de humor y tenía una mala hostiaaaaaaa.!!!!
Claro. Ahora que lo pienso mejor, también se metió muy bien en su papel. Por cierto, que Pepe, días después de la despedida, sigue clamando ¡¡¡Venganza!!! Y advierte al siguiente Magreo que decida casarse que se vaya preparando.
Una vez terminó la ronda por Boecillo, nos dirigimos a Valladolid. Allí la pareja tuvo que entrar a El Corte Ingles, y pasaron por la sección de perfumería donde las simpáticas responsables de Chanel les dieron el último toque para ir guapos. Allí mismo fueron invitados por los guardias de seguridad a abandonar el local.
En Valladolid Pepe tomó una actitud más positiva y empezó a disfrutar. Dejó en Boecillo la tensión y el mal humor y sacó lo mejor de si mismo.
Entre chisme y chisme fueron dando el espectáculo por el Paseo Zorrilla y aledaños.
La cena-banquete comenzó a eso de las 11:00. ¡Como lo pasamos! ¡y lo que nos reímos. Estaba todo bueno. Se brindó por El Magreo, por los recién casados, por Mani, por el Atlético y por un montón de razones más. Pepe y Vargas, como no podía ser de otra forma, acabaron dando palmas (Pepe no aprende ni a palos).
Postres, café, copa, puro y a correr.
Y como diría aquel, hasta aquí puedo leer. Lo que pasó después, hasta que la luz del día abrasó nuestros ojos, queda para el recuerdo de cada uno de nosotros. Y seguramente cada cual tenga su versión de esa noche.
Y es que el licor, borró parte de esos recuerdos para siempre. Y fíate tú de de lo que cuenten los demás, que también iban finos.
El caso es que tengo lagunas, y no se muy bien que pasó. Pero lo que si sé, es que lo pasé de puta madre.
Dus News.
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