Para almas sensibles: Estos artículos están basados en historias reales. Ello no impide que parte de su contenido se encuentre distorsionado por los efectos que el alcohol ha causado en nuestros redactores a lo largo de años de ingesta de segoviano y de otros placeres. No pretenden herir la sensibilidad de ningún aludido y no incluyen I.V.A.. La Ley obliga a tomárselos con buen humor, cachondeo y un pelotazo whisky.

miércoles, 22 de agosto de 2007

El Magreo estuvo con Dire Straits


Parece que fue ayer y sin embargo se cumplen 15 años del concierto que Dire Straits ofreció en Gijón y al que fuimos unos cuantos Magreos. La cita fue en el estadio del Molinón el 22 de agosto de 1.992 en el transcurso de la gira mundial de presentación de On Every Street.
Tres meses antes, concretamente el 13 de Mayo algunos ya habíamos tenido la suerte de verles en el Estadio Vicente Calderón de Madrid.
Si mal no recuerdo, la expedición esta vez la formaban Jose Carlos, Jaime Cuchi, Jose Alberto, Jos, Pepe, Diego, Roberto y Oscar (pido disculpas si se me olvida alguien). Después del viaje en Autocar hasta Gijón por la mañana, comimos y calentamos motores tomando unas cervezas, y a eso de las 18:00 horas ya estábamos en los aledaños de El Molinón. Había nervios, el cielo amenazaba lluvia.
Pero por fin estábamos en el césped del estadio. El público haciendo la ola y Cañizares con su flamenco amenizaron los previos, y a las 22:00 horas, se apagaron las luces. 42.000 personas, lleno absoluto, 600.000 vatios de luz, 80.000 vatios de sonido y un escenario de 40 metros de largo por 22 de ancho.
Mark y los suyos salieron al escenario puntuales. El Molinón vibró y abrieron el concierto con una impresionante version de Calling Elvis. Siguieron Walk of life, Heavy fuel, la preciosa Romeo and Juliette, The Bug, Private investigations, Sultans of swing – aquí el estadio aclamaba “Torero Torero” al bueno de Knopfler- continuaron con Your latest trick, On every street, Two young lovers y Túnnel of love. -elegantísima versión-. Después los bises: Money for nothing, Brothers in arms, Solid rock y Wild theme (Local hero). Ya estábamos en el mismo cielo.
Un lujo.
La lluvia estuvo presente durante gran parte del concierto, y se agradeció. El público de Gijón estuvo animado desde el primer momento. En varias ocasiones coreó el estadio “Magreeeeeeoeeeoeeeoeeeeeeeoeeeee” (o al menos eso cantábamos nosotros) y en alguna de ellas acompañó el grito de guerra el propio Mark con su guitarra.
Lo que muchos de nosotros sentimos según se sucedían los temas interpretados magistralmente por los Straits en aquella inolvidable noche gijonesa no se puede expresar con palabras. Había que estar allí, en ese momento, en aquel lugar, con esa banda, con ese sonido, con esa guitarra, con ese público, con esos amigos, y con esa lluvia que refrescó la noche y le dio un toque mágico.
Ya digo, inolvidable.
Después del espectáculo, y tras comprar unas camisetas de la gira, repusimos fuerzas con unos bocadillos. Tomamos más birra. Y acabamos en un garito cerca de la playa en el que según pasaba la noche, los cachis de cerveza bajaban de precio. Cuando nos cerraron, vagabundeamos por Gijón hasta el amanecer.
Sin dormir, de vuelta a Boecillo otra vez en autocar, con el cansancio en el cuerpo, pero ya con el recuerdo de haber vivido un concierto irrepetible.
Lo hace aún más especial el hecho de que Dire Straits dio su último concierto como banda pocos días después. Fue el 9 de octubre de aquel año, en La Romareda de Zaragoza. Y aunque este mismo año 2.007 se extendió el rumor de que tocarían en el festival de Glastombury, era, como digo, y por desgracia, solo un rumor que no se cumplió. Algunos seguimos soñando con su reunión algún día.
Aquel 92 fue el año de las Olimpiadas de Barcelona, el del Quinto Centenario del descubrimiento de América. ¿Os acordais qué líos de faldas tenían por aquellos tiempos los Magreos? Pensadlo un poco. Sorprende un poco visto desde el 2.007.
El Magreo hizo la Peña en el Corral de Chuchi y Asun.
Quince años después Mark Knopfler sacará otro disco en septiembre “Kill To Get Crimson”, ya sin sus Dire Straits, pero con la misma elegancia de siempre.
Quince años después aquellos Magreos que fueron a Gijón se pondrán la camiseta roja, el pantalón blanco, el pañuelo y el fajín negro. Será del 6 al 9 de septiembre.
Pensar en aquellos días causa cierta nostalgia. Pero después de todo, también es emocionante haber vivido esos y otros muchos momentos juntos.
Y seguir juntos.
Después de tantos años.
Magreo & Rock and Roll.
Dus News.

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